Si ayer nos hacíamos eco de la noticia de un iPhone que ardía en elinterior de un coche sin estar conectado a ninguna fuente de alimentación, hoy sabemos de otro suceso similar.

Ken Stanborough, un vecino de Liverpool de 47 años, se llevó una desagradable sorpresa cuando, el mes pasado, el ipod de su hija de once comenzó a hacer «cosas raras» y «dio un silbido». Como el reproductor estaba cada vez «más caliente», el padre decidió tirarlo a su patio trasero. «Treinta segundos después, se escuchó una explosión con una bocanada de humo y voló por el aire».

Este ciudadano puso una reclamación en la tienda donde compró el iPod y además se puso en contacto con Apple.

Según el prestigioso periódico británico The Times, el afectado recibió días más tarde una carta en la que la compañía americana negaba toda responsabilidad en el hecho pero aún así le ofrecía el reembolso total delprecio del dispositivo.

Hasta aqui todo viene a ser más o menos normal aunque unas lineas más adelante desde Apple le ponían la condición de que si aceptaba el dinero, el cliente «estaba de acuerdo en mantenerlo de forma confidencial».

Además, cualquier violación de la confidencialidad supondría enfrentarse al nutrido y competente equipo de abogados de Apple.

Aunque no es ni mucho menos frecuente, no es el primer suceso similar, que algunos atribuyen a las baterías de litio. En el 2006 Apple y Dell tuvieron que sustituir millones de baterías debido al sobrecalentamiento en ordenadores portátiles…

Fuente: abcdesevilla.es