Sí, amigos. Qué gusto da levantarse con el sol nacido, el cantar de los pájaros acompañando nuestra entrada en el nuevo día. Percibir el aroma del café recién hecho y el tacto de franela de nuestros batines. Nada más placentero que sentarnos en el sillón de nuestro hermoso salón de estilo colonial y adelantarnos sólo lo justo para coger nuestro diario favorito, situado como cada mañana sobre la superficie de roble de nuestra mesa por nuestro querido mayordomo.

El tacto de sus hojas me trae recuerdos de otros tiempos, no mejores, ni perores, solo tiempos pasados. Pero cada día nos regala nuevas sensaciones, nuevas historias y experiencias, y gran parte de ellas las descubro en el periódico que tengo entre mis manos, así pues lo abro y pongo mi mirada sobre él.

El primer titular me sorprende y desconcierta al mismo tiempo: «Un fallo en la alarma del iPhone deja a los europeos en la cama». Pero qué es un iPhone, me pregunto. Ay, qué tiempos aquellos en los que era un simple trabajador, cuando tenía que levantarme a las siete de la mañana para ir a la oficina…

Una voz acompaña estos recuerdos. Esteban. Grita mi nombre de un forma que parece tan molesta. ¡Esteban, Esteban! De pronto todo se vuelve negro, pero la voz cada vez cobra más fuerza. ¡ESTEBAN! ¡ESTE…

…BAN! ¡Levántate de una vez que llegas tarde!

¿Pero qué…? ¡Maldita sea! ¡El iPhone no ha sonado a su hora!

Me levanto de la cama y como una exhalación recorro la casa, buscando entre los muebles de Ikea de mi salón el periódico que hace un momento dejó mi mayordomo. ¿Pero qué mayordomo? Me digo a mí mismo.

No queda más tiempo que el justo para vestirme y llevarme un pedazo de tostada fría a la boca.

Si me doy prisa aún puedo llegar a la hora. Pero el periódico… ¿Qué periódico? Inmediatamente cojo mi iPhone y busco Mobile RSS, en mi opinión, el mejor lector de feeds con soporte para Google Reader. Qué rápido sincroniza. Tanto tiempo estuve con Android y nunca encontré nada parecido. Hice bien en dedicar poco más de dos euros a comprar esta versión Pro para iPhone, y cuatro para la de iPad, porque el desarrollador bien se lo merece por este gran trabajo.

Tiempo atrás lo disfruté gratuitamente con la versión Free, que es exactamente igual pero añade publicidad, pero qué demonios, cuando algo funciona tan bien hay que apoyar su mantenimiento.

Mientras pienso esto veo que el metro acaba de llegar a mi parada, y recorro las escaleras mecánicas a toda velocidad. Sé que algún día me caeré, pienso, pero llego sin problemas antes incluso de la señal que indica el cierre de puertas.

Como de costumbre, todos los asientos están ocupados.

No dejo de pensar en el fallo de la alarma del iPhone, pero entiendo que es un producto realizado por humanos, con fallos propios de humanos, por tanto, y comprendo que lo que lo hace tan grande es la cantidad de buenas aplicaciones que hay disponibles para él. De entre ellas, siempre he sabido que Mobile RSS es de las más grandes, y la vuelvo a abrir, preparado para todas esas noticias que nos regalan nuevas sensaciones, nuevas historias y experiencias.

Ojalá todo funcionase tan bien, pienso, mientras en la parada que abandono sólo queda el sonido de mi tren que se aleja.

Descárgalo desde aquí:

Para iPhone y iPod Touch
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[app 325594202]

Para iPad
[app 393767734]

[app 375300540]

Más información sobre Mobile RSS en la página del autor, pinchando aquí.