WhatsApp, el popular cliente de mensajería crea adicción
No importa qué dispositivo de Apple tengas o sea tu preferido, si tenemos que hablar de las aplicaciones de mensajería, podemos estar casi seguros de que WhatsApp está instalado en él. A ver, aunque es cierto que existen muchas alternativas dentro de este rubro, tampoco podemos dejar de tener en cuenta que la mayoría han decidido pelear desde otro lugar, agregando nuevos emoticonos, stickers, funciones de seguridad y demás.
De hecho, en lo que es mensajería, pura y dura, WhatsApp no tiene rivales, porque ha logrado lo básico en este tipo de programas y aplicaciones: tener a la mayoría de los usuarios. Aunque nadie duda de que se trata de una app sumamente útil porque nos permite enviar y recibir mensajes de forma completamente gratuita, el problema es que los recientes estudios de The Social Science Journal que recoge iSpazio, han señalado que podría causar adicción o dependencia a partir de su uso prolongado.
La adicción a WhatsApp reemplaza a otras aplicaciones similares
En su momento, los especialistas en comportamientos sociales informaban que existía una tendencia de muchas personas a sentir necesidad de estar todo el tiempo encima de los ordenadores. Con el paso de los años, esa dependencia se trasladó directamente hacia los móviles y los SMS, y con la llegada de los teléfonos inteligentes, también conocidos como smartphones, nuestra adicción puso foco en algunas aplicaciones. WhatsApp es, entonces, la línea siguiente de necesidad básica que el mercado capitalista instaura sobre nosotros.
Ahora, esta fuente señala que con el paso del tiempo nuestra adicción se ha posado sobre WhatsApp, y eso genera que en muchísimas ocasiones, sin importar lo que estemos haciendo o viendo, dejemos de lado eso para centrarnos en la comunicación, por este medio, de aquello que nos produce. Es decir, en vez de disfrutar el momento para que quede guardado en nuestra memoria, preferimos volcarlo en el imaginario de los demás.
Abrir WhatsApp se transforma en un TOC
De acuerdo a las personas que fueron entrevistadas como parte de este estudio, una de cada tres afirma que abre la aplicación WhatsApp al menos 12 veces al día, incluso cuando no tiene ninguna notificación que le avise de un mensaje pendiente. De la misma forma, el 53% de los encuestados ha afirmado que se siente “dependiente” de WhatsApp, y que no puede dejar de revisar el móvil o comenzar conversaciones absurdas sólo por “el placer” que les genera el mensaje que arriba al dispositivo. Quizá sea bueno bloquear a estos contactos en WhatsApp, tanto por nuestro propio bien como por el suyo.
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Y tú ¿Crees que eres uno de esos que no puede vivir sin WhatsApp?
