Parece que fue ayer, pero hace ya 4 años, un 9 de enero de 2007 vimos por vez primera como iba a ser el iPhone, el dispositivo que supondría una auténtica revolución en el mundo de la telefonía móvil, y el «boom» de los llamados smartphones que no solo sirven para hablar por teléfono, sino que nos permiten llevar internet en el bolsillo.

En estos 4 años el iPhone ha evolucionado mucho, no olvidemos que inicialmente no soportaba aplicaciones como ahora, y que suponen actualmente gran parte de su éxito en ventas. En aquel momento Steve Jobs nos vendió que las aplicaciones web eran más que suficientes y todos quedamos contentos y embobados ante lo que steve nos enseñaba en aquella Keynote.

Recordemos que aquel día se presentó el iPhone como 3 dispositivos en uno: un iPod, un dispositivo para internet con Safari y además un teléfono.

Interesante debió ser aquella mañana en el cuartel general de Blackberry, máximo dominador del mercado de la telefonía móvil en USA por mayoría aplastante. Según se cuenta por internet, allí pensaban que un teléfono con una pantalla como la del iPhone y con las supuestas características que se rumoreaban, era imposible por el consumo de batería que tendría. Finalmente Jobs lo presentó y se hicieron realidad sus temores, sí que era posible y dejaba a cualquier móvil de la competencia años atrás en evolución tecnológica. Un nuevo y duro competidor había salido al mercado.

El resto de la competencia también tuvo que mover ficha e ir a la zaga, y empezaron tiempo después, a presentar una avalancha de móviles con pantalla tactil, pero que ya no se manejaban con un lapicerito sino con los dedos, igual que el iPhone. También se rotaba la pantalla simplemente girando el dispositivo, aunque muchos todavía no tenían pantalla capacitativa ni podían hacer zoom pellizcando en la pantalla como el iPhone.

Desde aquel día, y hasta finales de septiembre de 2010, Apple ha vendido más de 73 millones de iPhones, y a fecha actual en 2011 podrían estar rondando los 100millones. No cabe duda que aquel día siempre quedará marcado en la historia de Apple en negrita y con letras mayúsculas.